La Revolución francesa fue el proceso más importante del siglo XVIII, proceso que determinó la transformación más amplia hasta aquel entonces de las sociedades europeas.
La Revolución francesa fue el proceso más importante del siglo XVIII, proceso que determinó la transformación más amplia hasta aquel entonces de las sociedades europeas. Todo lo que había sido anteriormente fijado en la cultura y la civilización europea se vio afectado por los efectos del año 1789: desde mentalidades y estructuras sociales hasta programas utópicos y la movilización para proyectos políticos reales.
Los Principados Rumanos se encontraban desde el punto de vista geográfico, mental, político y económico en el espacio controlado por el Imperio otomano. El siglo XVIII fue denominado en la historiografía rumana "el siglo de los fanariotas", nombre que provenía del barrio Fanar de Constantinopla poblado por griegos, de donde se reclutaban los príncipes que ocupaban los cargos más altos de Iasi y Bucarest. Hacia finales del Siglo de las Luces, las ideas de modernización nacidas en Occidente empezaron a aparecer también en Oriente y se adaptaron a las aspiraciones locales. Aunque la estructura social y económica, la política y las influencias religiosas no se parecieran a las de Occidente, el espacio rumano resonó a través de la cultura con lo que sucedía en Francia.
La historiadora Georgeta Filiti piensa que en Bucarest, la capital de uno de los Principados Rumanos, la cultura pudo hacer lo que no lograron hacer otros tipos de conocimientos:
"La influencia de la Revolución francesa, es decir las ideas innovadoras, empiezan a brotar también en Bucarest. Los señores fanariotas eran gente cultivada. Cuando uno traduce a Moliere, conoce a Voltaire, escribe un tratado contra el hábito de fumar o tiene una biblioteca cuyos manuscritos son apreciados por el rey de Francia es evidente que existe un cierto ambiente cultural. Una revolución o sus ideas no se pueden manifestar en un espacio opaco donde el mundo no las puede entender."
La Revolución francesa en Bucarest no se pareció a la verdadera revolución. Hubo una agitación de las élites y fue relacionada a la personalidad de algunas figuras especiales.
Georgeta Filiti:
"Por otra parte, hay que saber que no fue un fenómeno general en el que se implicaron todas las clases sociales. El elemento coagulante fue un personaje muy interesante de los Balcanes. Se trata de Rigas Velestinul considerado arrumano por algunos, nacido en la localidad de Velestinos, cerca de Volos, región que se parece mucho a un pueblo rumano. El personaje es reivindicado también por los griegos. Sin embargo toda su vida activa se desarrolló aquí, en Valaquia, y toda su creación se realizó en el espacio rumano."
La expansión de la modernidad francesa a Europa se produce debido al impulso revolucionario. La Francia republicana es efervescente, propaga sus ideas humanistas por todos los puntos cardinales. Hacia el este, en la periferia del Imperio otomano, los diplomáticos franceses encuentran otro espacio listo para compartir los ideales de su país.
Nuevamente en declaraciones para RRI, Georgeta Filiti:
Aunque estuvieran abiertos a lo nuevo, a las ideas y programas generosos de la Revolución francesa, los rumanos del siglo XVIII estaban en la periferia de Europa y no podían tener las mismas aspiraciones que los ciudadanos de París. Pero las ideas revolucionarias francesas se adaptaron a las condiciones locales, tal como nos ha contado Georgeta Filiti:
La Revolución francesa en Bucarest fue la expresión de la renovación que los tiempos proponían a la sociedad rumana a finales del siglo XVIII. Sin embargo, su respuesta más concreta llegó unos 50 años después, en 1848.
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