A partir de 2013 la oficina de UNICEF en Rumanía viene dedicando una especial atención a los adolescentes al considerar que las políticas públicas y educativas pasan por alto los problemas de este grupo de edad
A partir de 2013 la oficina de UNICEF en Rumanía viene dedicando una especial atención a los adolescentes al considerar que las políticas públicas y educativas pasan por alto los problemas de este grupo de edad. Es normal encontrar conductas y comportamientos que comportan riesgos en los adolescentes. Según las estadísticas del año 2013, un 42% de los adolescentes habían consumido bebidas alcohólicas al menos una vez en la vida y un 23% habían fumado al menos un cigarrillo. El porcentaje de adolescentes menores de 16 años que habían consumido drogas es de un 10%, y un cuarto de los adolescentes mayores de 14 años habían empezado su vida sexual. Las condiciones sociales y las transformaciones psíquicas que sufren los adolescentes son los factores determinantes para este tipo de conducta y han constituido el tema de otro estudio iniciado por UNICEF. Sandie Blanchet, representante de UNICEF en Rumanía nos aporta más detalles sobre los resultados de esta investigación:
"El cerebro del adolescente aún se está desarrollando y todavía no es completamente maduro. Algunas zonas están bien desarrolladas, y los adolescentes tienen todavía gran capacidad de aprender muchas cosas. Por eso cuando hablamos de adolescentes hablamos también de una segunda oportunidad: si hay cosas que no han conseguido aprender durante su infancia, tienen la oportunidad de aprederlas durante la adolescencia. Pese a ello, el cerebro del adolescente no está completamente desarrollado y por eso las zonas que se encargan de la autodisciplina no son maduras y no pueden tomar decisiones adultas"
Aunque la mente de los adolescentes es capaz de logros intelectuales maduros, siguen siendo muy impulsivos. Los padres y los educadores deben conocer cómo funciona su cerebro. Daniela Dumulescu, psicóloga de la Universidad Babeş-Bolyai.
" A diferencia de los adultos, los adolescentes todavía no tienen formadas las estructuras cerebrales encargadas del autocontrol. Por eso son mas impulsivos, mas propensos a asumir riesgos, mas instintivos y menos racionales. Son actitudes típicas de los adolescentes. Además son mas sensibles y quieren que todo ocurra aquí y ahora, quieren experimentar cosas nuevas. Los adultos debemos conocer esta realidad y debemos procurar orientar al adolescente para que experimente cosas nuevas en un ámbito seguro. El adolescente entiende que tiene una conducta negativa, pero su cerebro no tiene todavía desarrolladas las estructuras que le permiten inhibir las conductas indebidas. Sabe que son peligrosas pero no se puede controlar."
Además de la inclinación hacia la novedad y la búsqueda de sensaciones fuertes, el adolescente se ve influenciado por el grupo de amigos. Dentro de esta pequeña comunidad desarrolla sus normas y sus creencias sociales sobre el consumo de alcohol, de drogas o la vida sexual. Fidelie Kalambay, sociólogo.
"Los adolescentes consideran que estás prácticas arriesgadas no son sanas, no son necesarias y pueden afectar la imagen social de un adolescente o de una persona en general. En su mayoria están convencidos de ello, pero con matices. Por ejemplo: probar alcohol es aceptable. De forma que hacen la diferencia entre beber y probar. Como fumar y consumir alcohol son conductas frecuentes en la sociedad, los adolescentes las consideran "desviaciones toleradas". Son conductas que consideran negativas pero aceptables. Pueden afegtar su imagen pero no tanto como para ser excluido de la sociedad."
Este tipo de referencia a las conductas aceptadas por el grupo de amigos y por la sociedad en general, vista sin embargo desde la perspectiva del grupo, está vigente también en el caso del comienzo de la vida sexual o del consumo de drogas. Fidelie Kalambay.
" De los adolescentes que hemos investigado, nos enteramos que ellos tienen la creencia empírica dominante que la gran mayoría de los adolescentes fuman, consumen alcohol y han empezado ya su vida sexual. Por consiguiente, dicen ellos, si todo el mundo lo hace por qué no lo voy a probar yo también. Sin embargo esta es una sobreestimación completamente falsa. En realidad, el tabaco, el alcohol y la actividad sexual son menos frencuentes de lo que se imaginan los que he encuestado yo. Hemos identificado también un aspecto que no nos esperamos: ellos creen que muy pocos de sus amigos, o mas bien ninguno consume drogas. Creemos que una de las explicaciones sería la criminalización del consumo de drogas. Muchos no reconocen que han experimantado varias drogas. Otra razón sería el bajo nivel de conocimiento sobre las drogas."
Para UNICEF y para otras organizaciones similares es importante que la sociedad y sus instituciones entiendan el mecanismo psicológico de los adolescentes para que puedan prevenir las conductas peligrosas. En este sentido UNICEF implementa un nuevo modelo de intervención en cinco ciudades: Bucarest, Iasi, Constanza, Bacău y Cluj. Se trata de los centros de recursos para adolescentes creados junto con las autoridades locales y destinados a los jovenes de las zonas desfavorecidas. Han creado también una página web que ofrece informaciones y un grupo de apoyo online.
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